Mensaje del Rector UNLu por el 63° Aniversario del Decreto de Gratuidad Universitaria: también se realizó una conmemoración en la Universidad de Avellaneda

  • Publicado el: Mar, 27/11/2012 - 12:54

El 22 de noviembre de 1949 el presidente Juan Domingo Perón firmó el decreto 29.337, mediante el cual se abolieron los aranceles que hasta ese momento cobraban las Universidades Nacionales. A partir de esa estratégica decisión fue posible que la Educación Superior dejara de ser una instancia académica para una minoría y se consolidara firmemente como un derecho extendido y accesible para todo el pueblo argentino.

En este marco, el Rector de la Universidad Nacional de Luján, Dr. Carlos Cansanello, hizo llegar el siguiente texto alusivo:

"EL PERONISMO Y LA GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA

Un 22 de noviembre de 1949, Juan Domingo Perón, firmó el decreto 29.337, por el que suspendió el cobro de aranceles en las universidades.

Expresaba el entonces presidente de la Nación Argentina: “Desde hoy quedan suprimidos los actuales aranceles universitarios en forma tal que la enseñanza sea gratuita y esté al alcance de todos los jóvenes argentinos que anhelan instruirse para el bien del país”.

¿Era una medida aislada la que tomaba Perón; una medida, acaso, que tenía una finalidad extraña a la enunciada?

En el contexto de los vigorosos cambios que produjo el peronismo, para la fecha en que se promulgó el decreto 29.337, la matrícula universitaria había crecido de manera significativa. Tanto había crecido, que durante los dos primeros gobiernos de Perón (entre 1946 y 1955), la matrícula en las universidades públicas llegó a triplicarse.

Se verá, entonces, que la voluntad expresada en el texto del decreto no era casual, no era inaugural para el plan general de gobierno.

El primero de los fuertes impulsos hacia la integración social estuvo en la masiva expansión del empleo. Luego, el protagonismo de los trabajadores organizados en las sucesivas conquistas políticas y sociales de esa primera época del peronismo, sirvieron de estímulo e inspiración para la transformación del sistema educativo en su conjunto.

La gratuidad de la enseñanza universitaria a través del, hasta hace pocos años ignorado decreto 29.337, inició una forma de entender la educación superior desde los derechos de los ciudadanos.

No resulta posible fragmentar el conjunto de logros alcanzados por el peronismo en los procesos de integración de la sociedad, los recursos que desplegó desde la educación pública tienen que ser apreciados en dicho conjunto.

El llamado Estado Liberal, en las postrimerías del sXIX, había podido organizar con éxito un régimen de educación primaria estatal gratuita y obligatoria; un proyecto de integración y de orden que se mantuvo en crecimiento pero sin cambios relevantes hasta el arribo de Perón al Gobierno en 1946.

Desde ese momento, la pujanza con la que se impulsó la educación primaria, la creación de escuelas y las políticas de inclusión y protección a las familias produjeron, en conjunto, un distinguible fenómeno de igualdad popular que desbordó los antiguos vallados de contención impuestos por el modelo liberal.

El peronismo cambió de raíz el sistema liberal heredado (basado en la igualdad formal y constitucional, por cierto) por otro, que se sostuvo en los principios de la justicia social y la igualdad popular. La inclusión de los trabajadores a través del sistema educativo le dio una extraordinaria sustancia revolucionaria a las políticas del peronismo.

La República Argentina ha mantenido una trayectoria reconocida en educación universitaria que, no sin razones de peso, suele ser destacada en todos los ámbitos culturales atlánticos, al norte y al sur.

La solidez que ostenta hoy el sistema universitario nacional, extendido en todo el territorio nacional, tiene deudas de reconocimiento: en la tradición de sus instituciones más antiguas (UNC 1613, UBA 1821, UNLP 1905) y en la Reforma de 1918, iniciada en Córdoba, proyectada hacia Buenos, La Plata y Tucumán, para progresar como movimiento universitario latinoamericano.

Todos los antecedentes hacen a la tradición en investigaciones, a la autonomía, a la administración de los recursos, la libertad de cátedra y el gobierno (o cogobierno con intervención de los claustros).

Aquí es donde el impacto del decreto que Perón firma y promulga en 1949 resultó trascendente, porque todo lo anterior ha sido resignificado a través de la política de fortalecimiento y expansión del sistema universitario en estos últimos diez años.

En 1984 estaban abiertas 26 universidades nacionales, en 2001 eran 38 y en 2012, hay casi medio centenar de instituciones universitarias nacionales.

Para toda la educación universitaria de grado la gratuidad está garantizada, porque es una importante herramienta de inclusión, una formidable llave de integración social.

En consecuencia, celebremos el 22 de noviembre “la gratuidad de la enseñanza universitaria”.

Dr. Oreste Carlos Cansanello. Rector de la Universidad Nacional de Luján".

Asimismo, a raíz de esta conmemoración del 63° Aniversario del Decreto de Gratuidad, la Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación organizó una actividad que tuvo el objetivo de honrar aquel hecho histórico en el avance de la inclusión y la igualdad educativa, y "que desde el 2003 se sigue profundizando con políticas que persiguen la igualdad de oportunidades y el acceso a la Universidad de cada vez más argentinos".

Ese acto se llevó a cabo el pasado martes 27 de noviembre a las 16 en la Universidad Nacional de Avellaneda, y contó con la presencia de:

* Prof. Alberto Sileoni, Ministro de Educación de la Nación.
* Gabriel Mariotto, Vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires.
* Andrés Larroque, diputado nacional.
* Ing. Jorge Ferraresi, Intendente de Avellaneda.
* Ing. Jorge Calzoni, Rector de la Universidad Nacional de Avellaneda.