Tercera temporada de captura y esquila del Plan de Conservación de Vicuñas Silvestres
Se completó en noviembre la tercera temporada de captura y esquila del Plan de Conservación y Manejo de Vicuñas Silvestres, en la localidad de Santa Catalina, Jujuy. Este proyecto, aprobado por la Dirección de Biodiversidad de la Secretaria de Gestión Ambiental de la Provincia de Jujuy, se basa en un trabajo conjunto entre un grupo de pobladores nucleados en la Cooperativa Agroganadera de Santa Catalina y un grupo de investigadores reunidos en VICAM, Vicuñas, Camélidos y Ambiente.
Estos últimos son principalmente investigadores, becarios y personal del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas) y además docentes universitarios de las Universidades Nacionales de Luján (UNLu) y de Jujuy (UNJu).
Al regreso de la tarea en la provincia norteña, la Doctora Bibiana Vilá, docente de la UNLu recientemente premiada por la Organización de las Naciones Unidas, expresó su satisfacción por “haber capturado mas de 150 vicuñas, esquilado parte, y que todas estén bien y no se haya muerto ninguna”. “Hemos contagiado a nuestros alumnos parte de la locura que nos aqueja y ahora los tenemos trabajando con nosotros a estos pibes/changos segun vengan de Luján o de Jujuy”, explicó.
En el inicio de este proyecto, VICAM y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNJu, representada por su decano el Ingeniero Agrónomo Mario Bonillo, firmaron una carta de acuerdo en la cual se especificaba que ambas instituciones acordaban “aunar esfuerzos de colaboración para el desarrollo de trabajos en las áreas de investigación, capacitaciones demandadas por las comunidades, prácticas estudiantiles y asistencia técnica en relación con la temática de la conservación y el manejo sustentable de camélidos silvestres; todo ello orientado a la sustentabilidad ambiental en la Puna jujeña”.
“Pocas veces una declaración de interés y acuerdo de este estilo ha dado tantos frutos y acciones concretas”, explicó la Doctora Vilá y agregó que “desde esta base institucional de colaboración y con la fuerte impronta de los docentes de la UNJu, la Doctora Yanina Arzamendia y el Magister Jorge Baldo, sumados a la energía, entusiasmo y compromiso de muchos alumnos de Ciencias Agrarias y Biológicas, se empezó a tejer una historia que ya transita su propio camino, retroalimentándose a cada paso”.
Una de las primeras actividades realizadas fue un taller en Santa Catalina, en noviembre de 2011, que anticipó todas las actividades subsiguientes. En dicho taller sobre el tema del uso sustentable de vicuñas silvestres, se trabajó en grupos y en los mismos se encontraronn pobladores locales y estudiantes. “Fue muy rico y significativo para todos. Los alumnos escucharon las percepciones locales sobre las vicuñas, no siempre coincidentes con lo que imaginaban que iban a escuchar y los pobladores tuvieron que responder a algunas preguntas un tanto extrañas como '¿Usted cree que las vicuñas tienen alma?'”, contó la investigadora.
Desde este taller y hasta el día de hoy, la presencia de los estudiantes de la Universidad de Jujuy en el proyecto de conservación y uso sustentable de Santa Catalina, es una realidad participando activamente de los trabajos de campo, y las capturas y esquilas que se vienen llevando a cabo desde 2012.
Al trabajo en Santa Catalina, se le viene sumando un proyecto de conservación y sustentabilidad en Nueva Mina Pirquitas, donde los alumnos tienen un rol clave sumándose a las capacitaciones, los censos y todas las actividades relacionadas con un potencial manejo de las vicuñas del área.
Tanto es así que los alumnos de Agrarias y Biologicas de la UnJu, coordinados por docentes Dra. Bibiana Vilá, Dra. Yanina Arzamendia, Mg. Jorge Baldo, y la cátedra de Evolución (Dra. Emma Alfaro), obtuvieron el reconocimiento y aprobación en la 9° Edición del Programa de “Voluntariado Universitario” del Ministerio de Educación de la Nación. El proyecto se titula: “Puna: las vicuñas y la gente”.
Este proyecto implica el trabajo mancomunado de la comunidad académica con pobladores locales de las localidades del Municipio de Pirquitas, y con la Cooperativa de Productores Agroganaderos de Santa Catalina (COOPASAC).
Además, dado que Vilá es docente en la asignatura “Educacion ambiental en el área rural” de la carrera de Información Ambiental de la UNLu, los gestionan gestionan frente a su Universidad la posibilidad de viajar los 2000 kilometros que los separan para participar de las capturas y esquilas, actividad que también vienen acompañando desde 2012 y que les permite además compartir experiencias con los alumnos de Jujuy, en una fraternidad de estudiantes de universidades públicas distantes y diversas pero hermanadas en el encuentro de trabajo con las vicuñas.
La presencia de los alumnos en el manejo de las vicuñas no es exclusivamente de orden voluntario de trabajo de campo, sino que su rol en las capturas tiene que ver con participación activa en un trabajo de sustentabilidad como ejemplo concreto y vital, con sus complejidades, dificultades y logros.
La actividad se enmarca teórica y académicamente y previo a la última captura se ha dictado un curso por créditos como parte de “III Jornadas Integradas y IX Jornadas Científico Técnicas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy”, a cargo de Yanina Arzamendia y Jorge Baldo, entre los días 21 y 23 de octubre.
“Si bien la temática de la sustentabilidad es un tema clásico e ineludible en cualquiera carrera de índole ambiental, muchas veces ocurre en ámbitos académicos que esta se restringe a lecturas teóricas y estudios de casos distantes. La posibilidad de incorporación activa de estudiantes de Agronomía, Biología y Ciencias Ambientales de Universidades públicas (en este caso Jujuy y Luján), en un proyecto de uso sustentable local y regionalizado, les permite a los jóvenes iniciar un camino de capacitación e integración con las realidades rurales del altiplano”, indicó Vilá.
“De esta manera, la formación académica se imbrica profundamente con la realidad puneña y de esta manera se van formando los futuros profesionales que están capacitados, desde una formación significativa, no sólo con los contenidos teóricos sino también con las problemáticas y cosmovisiones locales, para poder ser los consejeros profesionales de las comunidades en un futuro. Partiendo desde la complejidad bio-socio-cultural, sólo con la unión del saber científico académico y el saber local, se puede trabajar en pos de un verdadero cambio hacia la sustentabilidad con inclusión social.
“Esta postura académica no es la más fácil ni la más cómoda, pero una vez que se la experimenta, casi se puede asegurar que no hay marcha atrás. Los alumnos una vez que lo han vivido insisten en sostener que esta manera intensa y verdadera de aprender es un complemento clave en su formación, los profesores que los acompañan convencidos desde hace tiempo con la propia experiencia profesional, se sorprenden día a día del compromiso de estos chicos, los pobladores que los reciben se alegran de tenerlos trabajando codo a codo y las autoridades de las Universidades, los decanos y rectores, están allí apoyando esta manera significativa, situada, que hace a una verdadera identidad de estudiantes para la conservación y uso sustentable de las vicuñas y el desarrollo del altiplano”.