Rosa Cobo Bedia en la UNLu: "El capitalismo neoliberal tiene un plan para las mujeres: convertirlas en servidoras sexuales"
La actividad, organizada por el Área de Estudios de la Mujer del Departamento de Ciencias Sociales de la UNLu, formó parte de una jornada conmemorativa por los 111 años de la denominada Ley "Alfredo Palacios", la primera en Argentina destinada a penalizar la trata de personas y el proxenetismo.
Cobo Bedia comenzó por remarcar que “la prostitución tiene el mismo pasado que el sistema patriarcal” y que históricamente ha sido una de las herramientas clave de dominación masculina. Pero esta práctica, explicó, ha sufrido una transformación significativa desde la irrupción de las políticas neoliberales a partir de los años 70. “El capitalismo neoliberal convierte la prostitución en un negocio global millonario”, aseguró, marcando un antes y un después en su impacto económico.
La especialista detalló cómo este nuevo "canon" de prostitución genera enormes beneficios para las elites económicas y estatales. A tal punto que, en países con altas tasas de pobreza, “la prostitución es una estrategia de desarrollo económico.”
Lo que sucede, explicó la socióloga, es que al no poder competir productivamente con las potencias económicas, estos países recurren a economías ilegales como forma de integrarse al mercado global, generando así un circuito de complicidades y explotación "semi institucionalizado".
“Desde países que tienen altas tasas de pobreza se exportan mujeres a países con tasas de bienestar mayor. Al mismo tiempo, los varones de esos países ricos migran momentáneamente a los países pobres buscando lo que no encuentran en los suyos: menores de edad y mujeres que no tienen para sobrevivir más que su propia vagina”, aseguró Cobo.
En su análisis, la académica subrayó que la relación simbiótica entre el capitalismo neoliberal y el patriarcado es “una alianza a muerte, una alianza de necesidad”.
Un aspecto clave de su conferencia fue la crítica a cómo se ha fabricado un imaginario que normaliza la prostitución como una forma de consumo, equiparando la comercialización de las mujeres con la adquisición de un producto cualquiera en una tienda. “En el capitalismo neoliberal, los varones consumen serialmente a las mujeres, deshumanizándolas por completo", afirmó, explicando que la mercantilización de los cuerpos femeninos implica una pérdida de individualidad que anula cualquier posibilidad de empatía por parte del consumidor; del “putero”.
Cobo también hizo énfasis en que la prostitución del siglo XXI no puede entenderse por fuera de la intersección entre el patriarcado, el capitalismo y el racismo. Señaló que la mayoría de las mujeres que terminan en redes de prostitución provienen de economías empobrecidas y muchas comienzan siendo menores de edad.
En la parte final de su exposición, defendió la centralidad del abolicionismo en la agenda feminista contemporánea. “Las consecuencias de la prostitución son devastadoras no solo para las mujeres que están en prostitución, sino para todas las mujeres como género”, subrayó, enfatizando que el consentimiento dentro de la prostitución es inexistente en un contexto de vulnerabilidad extrema.
La conferencia concluyó con una advertencia sobre el futuro: “El capitalismo neoliberal tiene un plan para las mujeres: convertir a algunas en servidoras sexuales; a otras en servidoras domésticas; y a otras en servidoras laborales (...) Es una guerra contra las mujeres.”
Tras la exposición de Rosa Cobo, se abrió un espacio de intercambio para las dudas de los participantes. Seguidamente, se continuó con la jornada de concientización dando a lugar a otras actividades complementarias.